Cada ser humano, llega a esta vida, para vivir su experiencia terrenal, cada uno tiene su propósito, pero en ese transcurso nos olvidamos, todos los seres humanos pasamos por etapas, seguimos procesos, nacemos, comenzamos a arrastrarnos, luego a gatear, pararnos, dar los primeros pasos, caemos muchas veces, en ese aprendizaje, hay golpes, heridas, tropiezos, llantos, gritos de alegría, hasta que llega ese gran día comenzamos a caminar, luego es un no parar, cada vez vamos conociendo más el mundo, vivenciando experiencias, todo lo que está a nuestro alrededor es grandioso y maravilloso, hasta que ese reto luego se convierte, en nuestra destreza. Este es el ejemplo más claro de la vida, según vamos creciendo, siempre tendremos retos, golpes, caídas, experiencias, que nos van forjando como seres humanos, a veces el sentimiento que acompaña es felicidad, superación, esfuerzo, amor, cariño, empatía, dulzura, tristeza, dolor, miedo, pánico, agobio, estrés, caes, pero te levantas, recordar que cada caída según tu actitud te hará más fuerte, el aprendizaje a veces duele, recordar que un fracaso no es un error, realmente es un aprendizaje.
Como dijo Tomas A. Edisón, ahora se mil formas de como no se debe hacer una bombilla. Siempre es buscar la mejor actitud a cada circunstancia de la vida, depende de cada ser humano mirar ese vaso medio lleno o medio vacío, de saber afrontar ante las adversidades de la vida, nuestra mejor cara, dar pasos lentos, pero seguros, para luego caminar y llegar a correr. Afronta las situaciones de la vida con templanza y fortaleza, no desistas, mantente que así alcanzarás tu conquista.
Jhafer Whitsle.